Fray en Hamburgo

Mi año de prácticas Erasmus en Alemania... y lo que se tercie!

Sí. Yo tampoco sabía lo que era, hasta que usé a Mr. Google Translator, que tan buen amigo es estos días. 

Y es que el otro día fui a buscar mi contrato de prácticas a Philips, aprovechando para calcular cuánto tiempo me llevaría llegar hasta el laboratorio todas las mañanas; a este respecto, aproximadamente tardo 10 minutos en metro y otros 10 minutos andando.

Parecía ser que, como oficialmente no pertenezco a Philips de momento, no debía tener derecho a ver nada más que el puesto de control de la entrada, donde Nicole había dejado mi contrato. Así que después de que el guarda de la entrada me pidiera el pasaporte para identificarme y soltara varios chascarillos relacionados con que fuera español, me volví para casa para estudiar todo lo que me había metido Nicole en un gigantesco sobre de Philips.




A día de hoy, y pasados varios días, he entendido más bien poco de lo que hay en el sobre. En principio, parece que tengo dos contratos, uno de prácticas y otro de tesis o proyecto. El primero dura hasta el 1 de Febrero, y el otro, hasta el 31 de Julio. Además, se me ha proporcionado un pequeño libro que habla sobre la seguridad laboral. La única pega de todo esto es que no hay nada que no esté redactado en alemán, con lo cual no me voy a molestar en copiar al google traductor todo el libro de seguridad laboral, que probablemente si estuviera en español o inglés tampoco me lo leería. Simplemente me limitaré a entender lo que dicen sendos contratos.


Y con respecto al contrato, lo único que entiendo es 3 números seguidos de €/monatlich, y allí me las den todas. El contrato también parece que habla sobre la patente del proyecto, que acabará siendo de Philips, y varios detalles más. El título del proyecto finalmente será "Liver modelling for ablation planning", y trabajaré en el departamento de procesado digital de imágenes. A ver si me regalan algunos detalles más, porque información amplia todavía no tengo, pero todo lo bueno se hace esperar.

En cambio lo que no se hace esperar es el frío y la lluvia. El primero, se ha quedado ya para instalarse en Hamburgo por una temporada, y la segunda, pues es una molesta y omnipresente compañera de viaje. Muy a menudo un día que se despierta con pocas nubes, acaba convirtiéndose en un día lluvioso. Mete miedo mirar al cielo. La nieve no era tan molesta. Menos mal que hoy el día se ha levantado muy soleado y sin nubes en el cielo, así que habrá que aprovechar y seguir haciendo un poco de turisteo, que aquí todavía me queda mucho por ver. Aunque hoy todo apunta a que tenga que hacer algún trámite, como por ejemplo, irme a registrar a la institución de viviendo competente para registrarme, porque de momento sigo de ilegal. También tengo que ir al banco a que me enseñen a manejar los servicios online de la Hamburger Sparkasse, porque está toda la web en alemán y no entiendo nada. Me parece lamentable que un país como Alemania no tenga la web de sus bancos también en inglés. Tercermundista.


Y ya por fin, el próximo post, mis impresiones acerca de Hamburgo como ciudad histórica y para vivir, ahora que ya tengo abundante material fotográfico. Para que no me dejeis de leer, probablemente bautize por fin a Hamburgo con alguna clase de apelativo, como yo siempre hago: si Estocolmo era una ciudad señorial, Alquézar un pueblo sin parangón, o Salas Altas un sitio con solera, Hamburgo no merece otra cosa que un apelativo que la haga distinguible a otras ciudades alemanas, o del mundo. No murais de impaciencia. Hasta más ver.

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