Fray en Hamburgo

Mi año de prácticas Erasmus en Alemania... y lo que se tercie!

Mucho tiempo sin escribir, y muchas cosas que contar. Como diría Jovellanos, para el hombre laborioso el tiempo es elástico y da para todo. Y estos días han dado para mucho. Procedo a hacer una crónica breve y concisa del fin de semana.

Fiesta del semáforo el viernes en la Gustav Haus, previa reunión en casa de Laura que tan amablemente nos cedió su casa para el predrinking, tan imprescindible en esta clase de eventos. Charlas, risas, comentarios sacados de contexto respecto a algún nigeriano, y todos abajo al bar, que estaba a reventar. Noche graciosa la del viernes, anécdotas aparte.

Llegado el sábado, me levanté a horas intempestivas (14:00) para ir a recoger a Laura, compañera y amiga de la facultad, que se subió desde Stuttgart para hacerme una visita, y que eventualmente me cobraré en forma de visita al sur de Alemania. Según ella, Stuttgart es otra más de las incontables ciudades alemanas que ni remotamente son siquiera reflejo de lo que un día fueron. Las razones, de sobra conocidas, que quedó rasa después de la guerra. No se podrá quejar mi huésped, porque en escasos dos días ha podido disfrutar de un fin de semana típicamente hamburgués: predrinking, esta vez en casa de los ingleses, fiesta por Reeperbahn, y la tan esperada visita al Fischmarkt, donde comimos los típicos bocadillos de pescado que tan bien se digieren a las 6 y media de la mañana. 

Por supuesto, también hubo tiempo para hacer turismo por Hamburgo, disfrutar del ambiente navideño que perfuma sus calles estos días, y darnos varias vueltas por el Weinachtsmarkt mientras disfrutamos de un reconfortante Feuerzangenbowle, mejor incluso que el Glühwein. Gracias por el descubrimiento Laura.



Este inicio de semana, vuelta a la vida normal, vuelta al trabajo y a las clases de alemán. El trabajo estos días se ha vuelto más interesante, porque he pasado de leer artículos a utilizar un simulador. Básicamente, tengo que simular la distribución de temperatura en un sólido según dónde y cuál sea la fuente de calor. Todo esto son ejemplos preliminares para algo mayor, porque al final tendría que ser capaz de modelar un hígado y simular la distribución de temperatura a la hora de quemar un tumor por radiofrecuencia con una aguja. El caso es que ayer tuve una reunión con mis supervisores y los del departamento de magnetoresonancia, que son los que tienen que proporcionar las imágenes que tengo que procesar, y el resultado de la reunión fue sorprendentemente desconcertante. Resulta que el que va a ser mi proyecto no parece que vaya a ser tan practicable como inicialmente se pensaba, es posible que Philips haya apuntado demasiado alto. La verdad es que intento sacar una conclusión de la reunión de ayer, pero la conversación entre Nicole, Cristian (mi otro supervisor de proyecto y jefe de grupo) y los de magnetoresonancia acabó por derroteros que se escapan a mi entendimiento; demasiados términos médicos que no conozco. Todo ello, aderezado con algún chascarrillo alemán entre ellos acerca de un programa de televisión que parece ser se emitió el lunes por la noche.


"Gracias por la presentación, vuelva usted mañana" fue más o menos lo que me dijeron. Total, me he pasado el día de hoy haciendo nada, porque no localizo a Nicole para que me cuente qué es lo que tengo que hacer.  Tras la ventana, se pueden ver tejados helados hasta donde la vista se pierde: ha llegado una ola de frío a Hamburgo que poco tiene que envidiar a las que asolaban Finlandia en noviembre del año pasado. Hoy lo he pasado un poco mal en la calle, menos de lo previsto gracias a mi bufanda y mis guantes.

Multitud de actividades esta semana, empezando por hoy, que hay fiesta en la residencia, siguiendo por mañana que hay fiesta en el Wiwi Bunker, fiesta del cocktel el viernes y el sábado Gott proveerá.  

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