Fray en Hamburgo

Mi año de prácticas Erasmus en Alemania... y lo que se tercie!


Se me hace raro el que ahora los preparativos para irme a Hamburgo me hagan ponerme un tanto nervioso, cuando el año pasado se me hicieron mucho más fáciles. Quizá porque, por varios motivos que tampoco vienen a cuento, no iba sin acompañante ni tan a la aventura como esta vez.

Con respecto al papeleo que tantos problemas me ha dado, mentiría si dijera que ha sido satisfactoriamente resuelto para todas las partes, puesto que faltan sellos de Philips en varios documentos que, a estas alturas, hacen que no me pueda llegar un mísero euro a la cuenta bancaria. No me voy a detener esta vez en poner de vuelta y media a la burocracia española, penosamente singular en el mundo.

En relación con el proyecto, me lo han cambiado, y ya no se tratará de segmentar imágenes del intestino, sino algo complicado relacionado con ablación de tumores por radiofrecuencia, también en el intestino. Sé que el tema no da precisamente ganas de comer, pero intuyo que al final los tumores serán lo de menos, programaré las mismas horas y me cansaré igual.

Estaba previsto que me enviaran el contrato de trabajo a España para llevarlo de nuevo allí firmado, pero las altas esferas de la empresa han considerado que, ya que llego unas semanas antes de empezar a trabajar, me pase a recogerlo in sittu a la misma empresa. Sólo se me ha anticipado que va a estar únicamente escrito en alemán, y no sé hasta qué punto me molestaré en traducirlo si es muy grande. Simplemente dibujaré mi gloriosa firma en el papel sin mucha meditación, y si en realidad estoy firmando "cuando acabes vamos a hacer alfombrillas de baño contigo" pues mala suerte. Mi tutora en Philips se ha empeñado en mandarme documentación acerca del tema, pero en principio no está dispuesta a dejarse ver la cara hasta que empiece a trabajar: resulta pasmosa su obstinación en querer que  yo recoja esta documentación a manos de los guardias de la puerta de la empresa, previamente provista por ella a los mismos. Se me ocurren muchas teorías a este respecto, pero son todas conspirativas.

Hablando de cosas que en realidad interesan (o al menos no aburren tanto), mi llegada a Hamburgo está relativamente prevista. Llego allí a las 17:30, donde en principio Nils me viene a recoger para llevarme a la residencia. Ahora viene lo mejor: a las horas a las que llego, no atiende el personal de la residencia, que me debería de dar la llave de la habitación. Por tanto, tengo que encontrar a mi "tutora erasmus", que se encargará de darme la llave y algún consejo práctico imagino. La tarea de encontrarla no es sencilla, porque primero tengo que ir a la entrada de la residencia, buscar en un corcho un papel naranja, y ahí encontrar su habitación, para seguidamente ir a hacerle una amable visita y conseguir mi llave. Esto pudiera ser sencillo si no fuera por el inconveniente de que la residencia consta de varios bloques alejados unos de otros. Así que probablemente si yo me llamara Link y mi tutora Zelda, podrían haber hecho un videojuego con mi llegada a Hamburgo.

A estas alturas, ya me he perdido una multitudinaria Welcome Erasmus Party anunciada por facebook, y que se hizo este viernes. Pero mis deseos son órdenes para mí, así que pediré que me hagan otra, o algún sucedáneo de fiesta de bienvenida que enmende la plana a esta. Estoy ocioso hasta el día 2 de Noviembre que empiece a trabajar, así que contaré en qué gasto mi tiempo y las primeras impresiones, siempre que pueda, por este blog. Deseadme buen viaje, aunque en realidad no esté bajo vuestro control.

La siguiente entrada, ya en Hamburgo.

0 comentarios:

Publicar un comentario