Fray en Hamburgo

Mi año de prácticas Erasmus en Alemania... y lo que se tercie!

Intolerable el tiempo que llevo sin escribir. Debo haber infringido de principio a fin el decálogo del buen bloguero, si es que existe, pero es que estoy casi seguro de que no he tenido apenas tiempo libre desde que empezó la "mudanza" a mi nueva casa. Si en la última entrada hablaba sobre cómo transcurrió mi mañana en el IKEA comprando muebles, desde entonces han ocurrido multitud de acontecimientos que hubieran tenido el dudoso honor de ser contados en este blog, pero que por pereza y falta de tiempo no he acabado escribiendo: fiestas en la Paul Sudeck, cumpleaños de Yelko, la spanish party, principio de la semana santa y de lo que aquí se hace, decoración de mi nuevo piso, la historia de las hogueras de comienzo de Pascuas en Hamburgo, y un largo etcétera. Pero lo que hoy toca es hablar de mi nueva casa. Su dirección, para los que querais enviarme algo, es la siguiente:

Jarrestrasse 25
22303 Hamburg
Deutschland

Muy majo el piso, y muy bien situado, esencialmente porque estoy a menos de cinco minutos caminando de la Europa Haus, a menos de diez de mi antigua residencia, y hasta el trabajo o hasta el centro de Hamburgo la distancia sigue siendo la misma, tardo menos de 20 minutos en metro. Mi piso originalmente constaba de una habitación, un baño, una cocina y una sala de estar, pero debe ser que este alemán ha decidido alquilar el cuarto de estar como si fuera una habitación, y ahorrarse unos cuantos euros al mes. Así, mi cuarto es la antigua sala de estar, y por eso tengo la habitación más grande, en la que cupieron sin problemas mi nueva mesa, estantería, armario, cama y silla. Adjunto foto. El piso una vez decorado muy confortable, aunque con un perenne olor a recién pintado que no se va ni encendiendo velas del IKEA, de las que dejan un empalagoso olor a helado de vainilla.

Para celebrar la instalación en mi nuevo piso, se presentaron el jueves sin avisar Álex, Luis, Majo y Marta con un poco de wok y una cantidad insana de salchichas, a lo que se sumaban nuestras adoradas barras de pan rellenas de queso y ajo hechas al horno (marca JA!, una marca blanca alemana muy barata). Aquí estuvimos de cena esa noche y viendo vídeos chanantes en Youtube riendo a mandíbula batiente, hasta que mis vecinos de abajo se quejaron a base de dar golpes con la escoba en el techo de su piso, que pasa por ser mi suelo.


Punto y aparte merece mi compañero de piso. Viene de Düsseldorf, y está en Hamburgo trabajando de algo extraño, porque lo que en su día estudió también es extraño: una mezcla de informática, empresas y derecho. Como bien dice mi amiga Majo, que es la única que le ha visto aparte de mí, viste totalmente "fashion", tiene la estantería de tres metros del baño llena de cremitas, y se ha dedicado a decorar las zonas comunes de la casa a su estilo, poniendo cuadros a tamaño real de modelos, ordenando la vajilla de la cocina con un desquiciante patrón que alterna color negro y blanco, y tantas cosas. Eso sí, para la ducha ya es menos pijo, porque no le ha puesto ni cortinas, con lo cual para ducharse hay que hacer malabares para no inundar el suelo. Debido a que a cualquier problema o preocupación que le planteo me responde con un "kein tema", que viene a significar "tranquilo no pasa nada", le he apodado eso mismo, "kein tema". Y para referirnos a él en clave y sin que se entere, así le llamamos.

La fachada de mi casa es muy hamburguesa, pero para que los lectores de este blog pudieran verla, me tendría que bajar a la calle a hacerle una foto, y no estoy tan motivado como para salir ahora a la calle. Eso sí, como vivo en una especie de "mini-urbanización", tengo en el patio interior un hermoso jardín en el que, en cuanto llegue el calor, me bajaré a tomar el sol y a hacer barbacoas, en el caso de que estén permitidas. En la foto, el jardín interior a mi bloque de pisos, que en estos momentos luce un poco triste, ya que espera una primavera que aún no ha acabado de llegar. Ya es hora.

1 comentarios:

Pues miraaaa q bonito Meko.

Publicar un comentario