Fray en Hamburgo

Mi año de prácticas Erasmus en Alemania... y lo que se tercie!

Y finalmente llegó la que se prometía como una de las fiestas más importantes del año en Hamburgo. La famosa y tan anunciada MULTI KULTI, organizada desde hace ya varios años a comienzos de Junio en Europa Haus. El mecanismo de la fiesta es simple: en cada piso está asignada una nacionalidad. De esta manera, en el primero piso estaban Polonia y Francia, en el segundo Italia y Grecia, más arriba Inglaterra y Países Escandinavos, y en lo alto, Alemania y España. Cada piso estaba encargado de la decoración y de la comida, la cual había que vender. 


Aunque no sea residente en la Europa, paso más tiempo aquí que muchos de los que ahí viven, así que fui  integrado en el equipo español para hacer un total de doce tortillas de patata. Además de eso, también preparamos gazpacho andaluz, paella, pan tumaca, natillas, torrijas, y 70 litros de sangría. Todo lo vendíamos a 50 céntimos, menos el plato de paella que valía 1 euro. Con respecto a nuestro atuendo, no nos rompimos mucho la cabeza: vestimos una camisetas de la selección, y como hacía calor pues de paso nos pusimos de verano con chanclas y pantalones cortos, junto con unas necesarias gafas de sol. 

En otros pisos se cocinaban otras delicatessen: por ejemplo, en el italiano, había infinitas cantidades de pizza, la cual era vendida en trozos ridículamente pequeños que luego se cobraban a 50 céntimos. Intolerable. En el piso francés hubo un pollo guisado que fue de lo mejor de la fiesta, y con respecto a los escandinavos, triunfaron sus shots de gelatina vendidos a 50 céntimos cada uno. Los ingleses habían montado una triste fiesta que consistía en vender comida que era todo menos típica inglesa; en realidad lo tenían complicado porque no existe comida típica inglesa digerible, y ninguno de ellos estaba dispuesto a comprar roast beef, así que se decantaron por hacer kilos de brownie. Por el piso griego apenas estuve un momento, y por el polaco y el alemán tampoco. Había rumores de que en el alemán había minijuegos con alcohol, pero quedaron en un triste segundo plano debido a que en el piso de enfrente estaba alojada la mejor fiesta de todo el evento, que era la de nuestro piso y con notable diferencia sobre las demás.

Se comentaba en muchos pisos que lo mejor de la MULTI KULTI fue una tortilla de patata del piso español. No se equivocaban. Aunque en realidad todo lo que hicimos nosotros fue no menos que excelente. Amenizamos el pase de la gente por nuestro piso con sevillanas, coreografías de la Macarena y del Aserejé, y fundamentalmente "flamenquito del bueno", ese que tanto aborrezco pero que tanto pega en esta clase de fiestas. Al final acabó por gustarme y todo. La noche acabó con grandes ganancias por parte del piso español, y con gran fiesta en el bar de la Europa. Ni siquiera hizo falta irse a Reeperbahn luego.

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