Fray en Hamburgo

Mi año de prácticas Erasmus en Alemania... y lo que se tercie!

Después de unas casi inmejorables vacaciones de Navidad por Madrid, aquí me hallo de nuevo, en la habitación 200/12 del bloque B de la Paul Sudeck Haus. Dos semanas de vacaciones que se me han pasado volando, igual que se me habían pasado volando los casi dos meses y medio que llevaba aquí en Hamburgo, antes de volver el 20 de Diciembre, y aún me quedan aquí, al menos, siete meses, que la experiencia me dice dan para mucho.

De vuelta aquí, y después de un vuelo en el que se me ha infligido un dolor psicológico injusto por parte de una estúpida americana de Miami que no ha callado en todo el viaje. Además, mi vuelo ha llegado con más de una hora de retraso; resulta que los controladores aéreos de Barajas sólo cobran al mes casi 28000€, pobrecitos, y claro, al necesitar más, qué mejor forma de solucionar su problema que colapsando Barajas y calentando a la parroquia.

Una vez llegado, entro en mi habitación para verla como la había dejado, casi sin cambios: temperatura del cuarto óptima, las fotos de mis amigos en las paredes, el poster de Berlín que había colgado ahora está en el suelo, la botella de Ron Barceló de Pedro sigue en mi estantería, comida que guardé en mi armario para evitar que se la comieran los chinos, intacta, y en general toda suerte de tonterías que acaban conformando mi cuarto y lo convierten en una solución habitacional, como diría aquella.

Me he encontrado a uno de los chinos en la cocina cocinando arroz y pollo, muy atípico en ellos, y le he felicitado el año. Siguen siendo simpáticos a su manera, pero nada afectuosos, tienen miedo a las relaciones humanas con occidentales todavía. No es tarea mía cambiar 2000 años de idiosincrasia china. Me ha contado que sólo salió el día de Navidad a casa de "su profesor", y a las once de la noche ya estaba de vuelta en casa. Allí me las den todas.

Por lo demás, mañana empiezo de nuevo a trabajar, y también el intensivo en el Goethe, que me quitará las tardes de los lunes, los martes y los jueves, por eso de que dura de 18:30 hasta las 21:00. Es un porrón de horas, pero espero aprender de una vez y en condiciones el idioma.

Hamburgo, todo nevado por cierto, suelos helados, y, como siempre, poca luz en la calle. No hay mucha gente por aquí todavía, pero llegan a más tardar esta semana o a principios de la siguiente, así que se reanudará la actividad en escasos días, y por aquí estaré yo para contar lo que proceda. Un saludo a todos y feliz año.

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