Fray en Hamburgo

Mi año de prácticas Erasmus en Alemania... y lo que se tercie!

Ardua tarea la de encontrar un piso en condiciones en Hamburgo. Miento. Es fácil encontrarlos, lo que no es tan sencillo es conseguir que al propietario le importes lo justo y necesario para concederte una entrevista y enseñarte el piso. Después de casi dos semanas escribiendo a gente y buscando piso, últimamente sin atender siquiera a criterios de localización geográfica, por fin alguien me contestó. Así que ayer mismo me fui a visitar el piso.

Viven en él un chico suizo y una chica suiza, ambos de apariencia simpática y perfectamente normal, que me enseñaron lo que sería mi futura habitación, aunque actualmente es una sala de estar que será eventualmente reconvertida en cuarto. Iba a decir que la habitación es bastante grande, pero comparado con la que tengo ahora, todo me parece titánicamente enorme, así que asumo que sus grandes o pequeñas dimensiones serían relativo a los ojos que miraran. 

Me gustó el sitio, lástima que no sea el único que está detrás del piso, pues parece ser que hay unos cuantos más, aunque seguro que con los otros solicitantes estos suizos no hablaron de comida española, de Granada y del verano en el norte de España, que fue lo que hice yo. En realidad de Granada sé poco, porque no he estado, pero le seguí la corriente al suizo cuando me dijo que estuvo una vez visitando a un amigo, y no le dolió en prendas confesar que dedicó esa semana a beberse hasta el agua de los floreros. Toda esta conversación empezó en alemán, pero en cuanto vi que ellos sabían hablar inglés, cambié al mismo sin pudor alguno, que en cuanto necesito información relativamente profunda lo se me hace indispensable. No me quedó muy claro, pero aparentan ser pareja de hecho, quizá debiera sopesar las inconveniencias que pudiera acarrear esto, aparte de las obvias.

Me dijeron que este domingo me escribirían con la pertinente respuesta, pero no albergo esperanza alguna en conseguir el cuarto, salí con la sensación de que simplemente me hicieron un favor enseñándomelo pero que ya se habían hecho a la idea de coger a otro. Sea como fuere, y en lo relativo a vivienda, Hamburgo ya me tiene acostumbrado a inesperadas decepciones que se encadenan unas con otras, todas ellas debidas a que nadie se molesta en contestarme, ni aun escribiendo los mails en alemán.

Espero tener lugar para vivir antes del 1 de Abril, que es cuando tengo que irme de la Paul Sudeck. 


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