La verdad es que es lamentable, pero he tardado cuatro meses en ir al Stadtpark, que está a unos pocos metros más allá de la parada de metro por la que todos los días paso. Nunca encontré el momento para ello. Hasta ayer.
Después de que volviéramos a ser víctimas de otra insufrible nevada en Hamburgo, decidimos levantarnos de nuestras camas el sábado por la mañana para ir al Stadtpark, un parque muy grande, para hacer el mono con la nieve. Sobrepuestos de los estragos que había causado en nosotros la fiesta de cumpleaños de Jona de la noche anterior, nos abrigamos convenientemente y para allá nos dirigimos.
Pasaba la mañana entre indiscretos bolazos de nieve, emboscadas y empujones traidores, cuando dos personajes que por allí pasaban decidieron lanzarnos unas elaboradas bolas de nieve. Lo de elaboradas no es tontería, porque la nieve era de una calidad tal que no permitía hacerlas en condiciones, por ser la materia prima poco consistente o arenosa. Sin embargo, estos dos se las habían apañado para hacer bolas de nieve compactas y, eventualmente, dañinas, como pude luego comprobar. "Tienen que ser alemanes, están curtidos en estos menesteres" dijo alguien, "Que alguien les diga auf deutsch cómo se hacen así las bolas" dijo otro. Y así echamos un buen rato batallando con aquella pareja de alemanes. Y, como el roce hace el cariño, cogimos confianza y les pedimos que nos llevaran al famoso Planetarium del Stadtpark, tarea difícil en el laberinto de caminos y árboles que es el parque. Curiosa pareja de alemanes, que acabaron con el teléfono y facebook de todas las que nos acompañaban, y una invitación a la fiesta de la Europa Haus que había esa noche de sábado. No fui testigo de lo que pasó en la susodicha fiesta, a la que no asistí por agotamiento físico, pero llega a mis oídos que se les vió sospechosamente integrados en el ambiente, a base de bailes locos y conversación vacía.
Reencauzando el post, en el Stadtpark nos subimos a la terraza del Planetarium para disfrutar de unas impagables vistas de Hamburgo, y tirarnos unas cuantas bolas de nieve más antes de ser echados de allí, porque aparentemente estaba prohibido subir hasta allá arriba.
Hoy domingo poco o nada que contar, más que me he acercado a la Europa Haus a ver UP en casa de Alex, que siempre nos engorda a base de tartas de manzana. Muy rica la tarta Alex.
1 comentarios:
Pocos pero graciosos recuerdos=Sujetar las paredes del piso, no vaya a ser que caigan jejeje
Este miércoles, más!
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